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Cómo elegir el plan más conveniente al comprar un celular en Argentina

Hay prepago, pospago y combinado

Más de la mitad de los argentinos tiene un teléfono celular: 22 millones de líneas, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec); más cerca de los 18 millones, según consultoras como Prince & Cooke o Carrier y Asociados.

Tantos usuarios tienen necesidades de servicio diferentes, lo que obliga a las prestadoras de telefonía celular a ampliar su oferta. Esto, a la vez, puede marear a más de un usuario potencial, que no sabe cómo decidir qué abono contratar o cuál es el que más le conviene.

Por suerte, las opciones no son tantas como parecen. Con un poco de análisis se podrá elegir el plan más conveniente sin gastar de más.

En el país hay tres proveedoras de telefonía celular: CTI, Movistar (el fruto de la unión de Unifón y Movicom) y Personal. Nextel también ofrece telefonía móvil, pero usando otra tecnología y orientando su oferta a las empresas.

A grandes rasgos, hay tres tipos de abonos de telefonía, en los que la relación entre el pago mensual y el costo de la llamada es inversa: más se paga, más barato sale cada minuto de conversación.

Con tarjeta prepaga

Los abonos con tarjeta prepaga no tienen costo fijo, sino que dependen de la carga de crédito (medido en pesos) para hablar. Hay tarjetas de 10, 20 y 40 pesos, por ejemplo, que se compran en quioscos, cajeros electrónicos, por Internet (www.pagomiscuentas.com o www.pagoslink.com.ar) o usando tarjetas de crédito.

El dinero invertido en la línea se destina por completo a las llamadas o al envío de mensajes de texto. La contra respecto de otras opciones es que el precio por minuto de llamada es el más caro de todos: entre 70 y 40 centavos, dependiendo de la compañía de telefonía y de cuánto crédito se cargue en la cuenta. Al cargar más crédito por mes, baja el costo del minuto de llamada.

La ventaja del sistema prepago es que el costo mínimo es bajo (la tarjeta más barata tiene un precio de diez pesos) y que, si un mes no se usa, se mantiene el crédito y la línea. Por ejemplo, en vacaciones o durante un viaje. Dependiendo del operador, el servicio puede llegar a estar activo hasta siete meses antes de que la línea sea dada de baja. Sin embargo, el crédito disponible que pudiera tener la cuenta quedará bloqueado hasta una nueva carga.

Hay que considerar que, en algunos casos, los productos que se ofrecen con crédito de regalo pueden requerir el envío de un formulario por correo para que todo el dinero aparezca en el saldo de la línea.

Con abono pospago

Aquí se paga un monto mínimo por mes, que asegura una cierta cantidad de minutos libres para hacer llamadas (100, 200, etcétera). Si el usuario consume esos minutos libres puede seguir hablando. A fin de mes le llegará una factura por el abono mensual y los minutos extra gastados. De nuevo, el costo del minuto extra dependerá del plan contratado (cuanto más se pague de mínimo, más barata se tasará la llamada).

La ventaja de los planes con abono pospago por sobre los prepagos está en los servicios adicionales, como llamadas al contestador telefónico sin cargo, transferencia de llamadas, llamada en espera y conferencia de tres interlocutores, que pueden o no tener un costo adicional, según el abono.

Por último, hay planes que ofrecen una combinación de estos dos: se paga un abono mensual fijo que incluye un monto de crédito para hablar durante el mes. Si se gasta ese crédito, se puede agregar más usando las tarjetas prepagas.

La ventaja de este sistema es que ofrece un poco más de libertad al hablar (no hay que estar tan pendiente del crédito disponible), pero permite un mayor control sobre los gastos del mes.

La clave en la elección del plan está en cuánto se está dispuesto a pagar por el servicio y cuánto se usará. Los planes prepagos son ideales para quienes tienen el teléfono celular para recibir llamadas y para emergencias. Los abonos pospago son los más indicados para los que estarán mucho en la calle y harán muchas llamadas, porque el precio por minuto de llamada es menor.

En términos generales, si se gastan 40 pesos mensuales o más por mes en un abono prepago, será conveniente pasar a un plan mixto, o pospago (hay opciones desde 30 pesos).

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